Emociones en el trabajo: El trabajo con el paso de los años ha ido cambiando de significado dentro de la sociedad, pero lo que indudablemente ocurre, es que cada vez existe más y más trabajo precarizado.

El trabajo precario lo definen Gómez y Restrepo (2013) como un tipo de acuerdo laboral en el que “se encuentran restringidos (o anulados) los derechos legales y beneficios sociales asociados al empleo y que se caracteriza por involucrar uno o todos de los siguientes tres elementos críticos: inestabilidad, ilegalidad y desprotección”.

Horas extras sin remunerar, no tener en cuenta los dolores y malestar que puede ocasionar la menstruación, un trato inadecuado y continuado de alguna figura superior,… entre otras muchas pueden generar mucho malestar en la persona que trabaja. Dejando a un lado los casos más extremos (de los que son otros profesionales conjuntamente con el trabajo psicológico los que se deben encargar de esos asuntos), ¿cómo podemos encarar un trabajo en el que las emociones pueden ser desbordantes y con un gran malestar?

En este artículo no queremos, ni mucho menos podemos, solucionar los problemas emocionales que puedan surgir específicamente en cada caso. Pero, sin embargo, sí podemos dar tres consejos que pueden iniciar un cambio a la hora de poder gestionar mejor las emociones y el tiempo en el trabajo; es decir, cómo podemos cuidar de nosotros mismos en nuestro trabajo.

  1. GESTIÓN DE TAREAS: ¿Tu trabajo dispone de muchas tareas sobrevenidas que interfieren en tus funciones diarias? Una manera de poder gestionar mejor esas tareas es hacer un planning diario de tareas dividiéndolas, por ejemplo, en tres tipos: tareas urgentes (que se deban hacer por necesidad esa misma jornada laboral), tareas diarias (mis funciones diarias) y tareas a “largo plazo” (tareas que pueda aplazar al día siguiente y que no requieren hacerlas el día siguiente).
  2. DESCONEXIÓN DIGITAL: Una parte fundamental que muchas veces se nos olvida: si mi trabajo NO me exige prestar atención al móvil (como por ejemplo médicos de urgencia médica de guardia, entre otros), no miro ni contesto mensajes una vez termine mi jornada laboral. Muchas veces la sensación de perdernos cualquier cosa hacer que comprobemos constantemente el móvil. Esto puede generar mucha ansiedad e incluso sensación de no descanso tras una jornada laboral. ¡Descansa! ¡Te lo has ganado por el día de hoy!
  3. CUIDAR MIS HOBBYS Y MIS RELACIONES SOCIALES: Como parte de nuestro autocuidado es importante no dejar de lado nuestras aficiones ni los planes con amigos y/o familia. Sin llegar a ser exigentes, podemos hacer planes o actividades que ayuden a “distraer” ese estrés continuado que está suponiendo el trabajo.

Estas tres indicaciones son generalistas, con las que podemos empezar a hacer pequeños cambios para poder llevar mejor las emociones y una mejor gestión del tiempo en el trabajo. Aun así, es importante recordar que todo caso es individual, por lo que si alguno de estos consejos no te funciona, ¡consulta con tu psicoterapeuta de confianza! Es más, no hemos hablado de otros procesos que pueden ocurrir en el trabajo y que pueden hacer que estos tres pasos no funcionen, por lo que es importante consultar con un especialista que pueda recomendarte técnicas o formas más centradas en ti a la hora de abordar la gestión de las emociones y del tiempo en el trabajo.

Si necesitas cualquier ayuda, puedes contactar con nosotros y estaremos encantados de ayudarte.

Bibliografía

Gómez, M.A., Restrepo, D. (2013). El trabajo precario, una realidad distante del trabajo decente. Katharsis: Revista de Ciencias Sociales, 15.

https://mejorconsalud.as.com/importancia-emociones-ambiente-laboral/

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