Bullying: “No quiero volver al cole”
Bullying: Hace unos meses leíamos una noticia estremecedora e impactante. Un menor escribía una carta donde se despedía de sus padres y seguidamente tomó una decisión equivocada, el suicidio. El motivo de este acto fue que el menor no soportaba más el acoso escolar que estaba sufriendo y al no ver escapatoria decidió tomar la peor decisión. Esto no es un hecho aislado y sabemos que muchos menores sufren este acoso en sus centros escolares.
¿Qué es el bullying?
El bullying o también acoso escolar es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma continuada a lo largo del tiempo. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional pero también se puede llegar a ejercer violencia física.
¿Cómo podemos detectar que nuestro hijo/a sufre o realiza acoso escolar?
Existen unos indicadores de tipo psicológico, interpersonal, escolar y físico que pueden ayudar a los padres a señalar la existencia o no de una situación de violencia escolar tanto para la víctima como para el agresor.
Indicadores de la víctima de bullying:
- Presentar cambios temperamentales de humor. Si es adolescente son cambios de humor más de lo normal.
- Mostrar frecuentemente tristeza y/o síntomas de depresión.
- Aislarse socialmente, tanto de los familiares como de los amigos.
- Abandonan bruscamente actividades que antes realizaban con el grupo.
- No hablar de las actividades realizadas en el instituto o centro escolar y evitar preguntas sobre temas relacionados.
- Su rendimiento escolar suele empeorar.
- Presenta síntomas psicosomáticos el domingo que se pueden manifestar con vómitos, dolores de cabeza, dolores abdominales, sin causa fisiológica.
- Evitar ir a clase.
- Presentar moratones y/o heridas.
Indicadores del agresor de bullying:
- Mostrar ausencia de empatía.
- Ser egocéntrico.
- No pedir disculpas por sus actos.
- Mostrarse rebelde y no cumplir las normas familiares, sociales, etc.
- Ser dominante en las relaciones con sus amigos.
- Disfrutar mofándose y humillando a sus amigos/as cada vez que hay oportunidad.
- Hablar de forma despectiva de algún compañero/a de su clase.
- Haber recibido llamadas de atención por peleas con sus compañeros/as.
- Haber sido citado por problemas para relacionarse de manera adecuada con sus compañeros/as.
¿Cómo debemos actuar si creemos que nuestro hijo/a es víctima o agresor/a de bullying?
Cuando es la víctima:
- Hay que ayudarles a romper la “ley del silencio”.
- Se debe hablar con el hijo o hija sobre los indicios que se observan.
- Abordar siempre el problema desde la serenidad.
- Cualquier paso que se dé, debe ser conocido y acordado previamente con la víctima.
- Brindar confianza, de modo que sepa que cuenta son sus padres.
- Hablar con el hijo o la hija mostrándole apoyo y seguridad.
- Hacerle ver que es una situación transitoria y que tiene solución.
- Analizar juntos las posibles alternativas de solución.
- Propiciar actividades en las que pueda relacionarse con otros chicos/as de su edad, sin forzar la situación.
- Hablar con el centro y plantear con la serenidad debida, la situación y buscar los recursos pertinentes de la administración.
- Planificar conjuntamente estrategias para acabar con la situación.
- Buscar ayuda de los profesionales que sean necesarios para ayudar al hijo o hija.
Cuando es el agresor:
- Debemos de tener en cuenta que quien agrede es una persona en proceso de formación y socialización, por lo tanto, también necesita ayuda.
- Mantener la calma. Es una situación transitoria que se puede solucionar. Pero hay que actuar rápido.
- Se debe abordar la situación con preguntas claras y directas sobre la sospecha.
- Si el centro escolar informa a los padres de una agresión por parte del hijo/a hay que hablar con él o ella, invitándole a ponerse en el lugar de la víctima.
- Hay que hacer saber a quién agrede que este tipo de conducta tendrá una sanción inmediata por parte de los padres.
- Aplicar la sanción de forma inmediata.
- Si los padres no se sienten con autoridad suficiente para abordar este problema con el hijo o hija, deben buscar ayuda de una persona profesional que pueda tratarlo con él/ella.
- Frecuentar el centro escolar hasta que cese el comportamiento violento del hijo o hija.
- Pactar normas que se cumplan tanto en el centro escolar como en casa.
- Apoyar las decisiones tomadas por el centro escolar, sin discutirlas frente al hijo/a. Si no se está de acuerdo con ellas, se debe hablar en privado con las personas encargadas.
- Plantear con serenidad la situación en busca de apoyo, ayuda, orientación y consejo.
Teléfono: 638 055 730 www.alemarpsicólogos.es – Bullying Valencia – Victoria Montilla